Cuando en la última tertulia de actualidad de Palabras en el Tintero se leyó el artículo de Vicente Verdú: “¿Para qué tanto leer?” y se estableció por enésima vez el diálogo sobre la lectura, quién lee, cómo se lee, cómo se podría favorecer la lectura, etc., encontramos en el último párrafo de este artículo una idea de la que podríamos partir:
“¿Escuelas gastronómicas para la lectura? Todas las escuelas gastronómicas se dirigen a acrecentar la variedad de los restaurantes, esos espacios donde efectivamente el mundo joven acude con insólita frecuencia y cuyo disfrute pertenece de pleno derecho a los entretenimientos de esta cultura reinante que atiende, en sus acortados tiempos libres, a las benditas sensaciones del cuerpo y no a los enrevesados ejercicios que a menudo exige la degustación mental.”
Pulsa aquí para leer el artículo: "¿Para qué tanto leer?"
Todo comenzó en la última tertulia de “El Baúl Desembuchado”, que giraba en torno a la Generación Perdida. Nuestro compañero Truhán incluyó como últimos coletazos de esa generación al escritor Jack Kerouac y su famoso párrafo del libro En el camino:
"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas."
Varios miembros expresaron en la reunión que les apetecería leer el libro que contiene esas palabras, conocer al autor en profundidad y ver en que consistía la Generación Beat, movimiento al que pertenece.
Para que resulte más curioso, la marca de coches BMW lo empezó a utilizar en el anuncio de uno de sus vehículos, como si fuera sinónimo de libertad absoluta, palabras llenas de sentido...
Desde Palabras en el Tintero pensamos que la idea de generar esas escuelas gastronómicas para la lectura, por las que aboga Vicente Verdú, es una estupenda idea.
Para ello vamos a inaugurar la sección PALABRAS EN SU TINTA, donde iremos añadiendo las frases o los párrafos de los libros que vayamos leyendo. Creemos que pueden servir para que sea ese inicio a la lectura, ese primer mordisco que te llevará a seguir saboreando el plato entero, disfrutar de exquisiteces culinarias, que en nuestro caso son el libro y el autor.
Conseguir que en el poco tiempo que las personas tienen disponible, lleguen a disfrutar de verdaderas sutilezas que existen en la literatura al igual que en el párrafo de Kerouac, que encuentre una variedad suculenta que los lleve a averiguar más sobre una obra o sobre un autor, que esas PALABRAS EN SU TINTA se muevan por su cabeza y sepan que son palabras escritas, que pertenecen a un buen libro, que éste lo escribió un autor que tiene otras obras igual de interesantes, que pertenecieron a una generación que seguía un mismo camino y que estas palabras, ideas, etc., movieron a personas en sus vidas como en el ejemplo que nos ocupa y que se tradujo en el Movimiento Hippie en Estados Unidos.
Te animamos a que puedas participar en esta iniciativa enviando a nuestro correo: palabrastintero@terra.es, esas frases o párrafos que te llaman la atención, que resumen pensamientos interesantes, que nos abre las puertas para ver la vida de otra manera. Porque entre todos podemos generar una gastronomía de palabras, palabras suculentas, sabrosas y apetecibles para seguir buscando y leyendo buenos libros y valiosos autores.
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