La definición más poética de greguería la ofrece el propio Ramón Gómez de la Serna:
“La flor de todo, lo que queda, lo que vive, lo que surge entre el descreimiento, la acidez y la corrosión, lo que resiste todo.”
La huida de lo convencional y la defensa de un arte deshumanizado (entendido como alejamiento intencionado entre la creación artística y la vida) convirtió a la greguería en el eje de la obra vanguardista.
“Una greguería no se busca, sino que surge espontáneamente en la mente del poeta, es la impresión de un objeto en la mente del poeta.”
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Las greguerías son muy diversas:
a) Filosóficas: “El beso es hambre de inmortalidad.”
b) Líricas: “Al cerrar una puerta cogemos los dedos al silencio.”
c) Humorísticas: “El rayo es un sacacorchos encolerizado.”
Este género, de hecho sirvió para renovar la anquilosada idea de la metáfora y de la imagen poética que poseía la estética literaria española y anticipó el Surrealismo.
Técnicas y forma.
Con las greguerías se expresa una visión fragmentaria de la realidad: transmiten sensaciones, pinceladas, idea, juicios, enunciados muchas veces a modo de sentencias. Las técnicas para transmitir esa visión son variadas:
a) Metáforas y comparaciones; a veces hiperbólicas y asociaciones ingeniosas: “De la unión de la viuda y el viudo sale el niño vestido de luto”
b) Seudoetimologías; paranomasias y dilogías: “Monomaníaco: mono con manía.” “Era tan moral que perseguía las conjunciones copulativas.”
· Paranomasia: semejanza fonética entre dos vocablos muy parecidos, pero de significado distinto. “Adoptar / adaptar.”
· Dilogía: uso de una palabra con dos significados distintos dentro de un mismo enunciado.
c) Desautomatización de frases hechas y refranes: “Más vale soltar el pájaro que tenerlo en la mano.” “Nunca es tarde si la sopa (dicha) es buena.”
· Desautomatización: ruptura de la repetición automática de una frase hecha.
El efecto sorpresivo también se obtiene a través de:
a) La asociación visual de dos imágenes: “La luna es el ojo de buey del barco de la noche.”
b) La inversión de una relación lógica: “El polvo está lleno de viejos y olvidados estornudos.”
c) La asociación libre de conceptos ligados: “El par de huevos que nos tomamos parece que son gemelos y no son ni primos terceros.”
d) Asociación libre de conceptos contrapuestos: “Lo más importante de la vida es no haber muerto.”
Entre la diferente morfología de la greguería destacan, además de la asociación metafórica inconsciente de significados, la creación de los significante: “La liebre es libre” (aliteración y paranomasia); la asociación metonímica que surge de la observación de los detalles más insignificantes de la vida cotidiana: “Bar pobre: una aceituna y muchos palillos” y las observaciones filosóficas: “Si el hombre tiene tanto miedo a la muerte, ¿por qué se mata? –Porque al quitarse la vida se quita el miedo.”
Vemos también una evolución cronológica en las greguerías: la morfologías varía desde las más extensas de los primeros tiempo, que consisten en una serie de observaciones vitales (sobre la muerte, el amor…) o puramente anecdóticas (el retraso ante una cita…) con la extensión de un relato breve, hasta las últimas de su producción, de apenas una línea, que son las más conocidas: “Dar a una piedrecita con el pie y llevarla así siempre, adelante, adelante, es algo más transcendental de lo que parece a simple vista.” “No hay trivialidad que ayude tanto a no ocuparse del camino, de la largura del camino y de los pesadumbrosos pensamientos que surgen en él.
En todas ellas como punto en común tenemos la yuxtaposición de dos elementos relacionados entre sí por el inconsciente, lo que provoca el efecto humorístico. Ramón Gómez de la Serna definió la GREGUERÍA como HUMOR + METÁFORA.
Como afirma el crítico Rodolfo Cardona: una metáfora surge de la relación lógica entre los dos elementos de la comparación, y sin embargo, muchas de las asociaciones en las greguerías son de tipo ilógico, emanan directamente del inconsciente y son estas asociaciones ilógicas las que precisamente provocan el efecto humorístico: “Los acordeones tienen el pelo ondulado.”
Este irracionalismo es propio del lenguaje vanguardista: provocar el extrañamiento en el espectador favorece la idea del Arte por el Arte. Aunque Ramón Gómez de la Serna en el prólogo de Total de Greguerías declaró haber encontrado elementos en común entre su obra y los clásicos (Luciano, Shakespeare, Quevedo.)
La greguería, sin embargo, no debe considerarse como un género puramente español, ya que responde a los impulsos estéticos de vanguardia que se desarrollaron en Europa y América a principios del XX, impulsos que toma la filosofía del británico Bergson y que se basa en el poder de la intuición a la hora de crear una obra de arte y que asentará las bases para el movimiento imaginista y la creación de greguerías.
Breve biografía de Ramón Gómez de la Serna.
(1888 – 1963) Ramón Gómez de la Serna es el prototipo de escritor vanguardista español.
Nació en Madrid en el seno de una familia con inquietudes intelectuales y literarias. En 1903, terminado su bachillerato, viajó a París, ciudad a la que regresó en varias ocasiones. En 1908 se licenció en Derecho y cuatro años más tarde pasó a dirigir la revista Prometeo, fundada por su padre. En esa publicación empezó a darse a conocer con el seudónimo de Tristán. Hacia 1914 inició la tertulia del Pombo, un café madrileño, por la cual pasaron importantes figuras de las letras de la época. Ese año publicó las primeras greguerías. Al año siguiente apareció la Primera proclama de Pombo, verdadera exposición programática acerca del arte. Viajero incansable, abandonó definitivamente España en 1936, en un exilio voluntario y se instaló en Buenos Aires, donde permaneció hasta su muerte.
El problema de la greguería. Alan Hoyle, University of Manchester.
Las greguerías de Ramón Gómez de la Serna siguen siendo muy discutidas. Yo tomo en serio cualquier crítica hecha de ellas porque suele corresponder a las dudas que siempre me asaltan cuando intento analizarlas. Aparte de que muchas, demasiadas, resultan flojas, lo difícil es precisas lo que son y lo que signifiquen.
Muy conocida es la definición dada por Ramón Gómez de la Serna en sus prólogos: “Humorismo + metáfora = greguería.” Pero aquí se plantea un triple problema de incongruencia. Una metáfora identifica dos cosas dispares; el humor también suele relacionar cosas incongruentes; y en la misma greguería es incongruente la relación entre humor y metáfora. Por “incongruente” entiendo algo que no concuerda con la razón, algo ilógico. Utilizo este término adrede porque, además de ser una palabra predilecta de Ramón, puede ayudar a enfocar el mayor problema que se nos plantea en la greguería, es decir, su incongruencia o irracionalismo, lo cual es producto del anti-intelectualismo tan proclamado por Ramón. Dijo, por ejemplo, al presentar las primeras greguerías allá por 1912 y 1913, que “hay que idiotizarse ante las cosas” y definió el “greguerismo” como “lo más casual del pensamiento.”
En el prólogo al primer tomo de greguerías de 1917 confiesa que le hacen sufrir “los grandes conceptos rigurosos” y se burla de la inteligencia en su forma pedagógica, diciendo: “La greguería se ampara de la confusión que necesita… porque sólo para presentarse ante los examinadores se necesita llevar bien claras y aprendidas las mentiras.”
Este intento de subvertir lo más útil que tiene el hombre, las convenciones del pensamiento racional que todos necesitamos asimilar para vivir, se lleva a cabo con algunas de las cosas que son más útiles. Por ejemplo, en el cuarto de baño, el objeto de más utilidad se convierte en juguete mágico en esta greguería: “El aparato más sabio del mundo es el de la cascada de agua para el retrete con cuya cadena en la mano todos somos Moisés milagrosos.” Puede que el retrete sea un milagro de la ciencia hidráulica, pero, ¿por qué confundirlo con la Biblia y el Mar Rojo? Asimismo habría que preguntarse si sirve para algo decir: “El pez más difícil de pescar es el jabón dentro del agua”, o, “El baño, al desaguarse, protesta de lo sucedido”, o, “En los cuartos de baño hay prisión de cepillos.” Pararse a ver las cosas así, ¿cómo puede compaginarse con la seriedad que debe tener la gente que utiliza el baño y sale rápidamente al trabajo? Incluso podría resultar peligroso, si por ejemplo, adoptáramos este modo infantil de ver la corriente eléctrica: “Al enchufar la lámpara sentimos que hemos hecho cosquillas a la electricidad.” En Automoribundia, Ramón dice que “Infancia es tentarse por cualquier apariencia”, y efectivamente, si se nos contagiara esta manía caprichosa de verlo todo animado o metamorfoseado en otra cosa, regresaríamos a un estado de infantilismo que los niños indudablemente gozan, pero también anhelan superar. Se supone que los niños, aun cuando juegan con lo absurdo, están entrenándose para distinguir mejor entre lo absurdo y lo racional.
[…]
Las mejores greguerías permiten que la inteligencia se ría o se sonría de ellas para mejor infiltrar su especial sensibilidad, su modo de enfocar y desenfocar el mundo.
VER ARTÍCULO COMPLETO DE ALAN HOYLE.
Algunas greguerías.
· “Al agonizar, el viejo marino pidió que le acercasen un espejo para ver el mar por última vez.”
· “¡Qué tragedia! Envejecían sus manos y no envejecían sus sortijas.”
· “Cuando asomados a la ventanilla echa a andar el tren, robamos adioses que no eran para nosotros.”
· “Las pirámides son las jorobas del desierto.”
· “Abrir un paraguas es como disparar contra la lluvia.”
· “Cuando el domingo caiga en lunes, la vida habrá perdido la cabeza.”
Greguerías de niños.
· “El bebé se saluda a sí mismo dando la mano a su pie.”
· “En las cajas de lápices guardan sus sueños los niños.”
· “Los bebés con chupete miran al fumador en pipa como a un compañero de cochecito.”
· “El niño intenta extraerse las ideas por la nariz.”
· “Cuando anuncian por el altavoz que se ha perdido un niño, siempre pienso que ese niño soy yo.”
· “Son molestas las medicinas en cuyo prospecto nos llaman “adultos.””
Greguerías de letras y escrituras.
· “La “A” es la tienda de los apaches.”
· “La “F” es el grifo del alfabeto.”
· “La “Ñ” es la N con bigote.”
· “Las palabras con puntos suspensivos resultan aderezadas con guisantes.”
· “El lápiz sólo escribe sombras de palabras.”
· “Escribir es que le dejen a uno llorar y reír a solar.”
Greguerías de animales.
· “Los gatos se beben la leche de la luna en los platos de las tejas.”
· “Al oso le viene grande su gabán de pieles.”
· “De la nieve caída en los lagos hacen los cisnes.”
· “La inmortalidad del cangrejo consiste en andar hacia atrás, rejuveneciéndose hacia el pasado.”
· “Las gaviotas nacieron de los pañuelos que dicen ¡adiós! en los puertos.”
· “Los elefantes parece que tienen en las patas las muelas que no tienen en la boca.”
Greguerías de números.
· “Los ceros son los huevos de los que salieron las demás cifras.”
· “El 8 es el reloj de arena de los números.”
· “El 6 es el número que va a tener familia.”
“La jirafa es una grúa que come hierba.”
Vladimir Bellini es un joven creativo con la imagen y el sonido. Inspirado en una greguería de Ramón de la Serna, ideó este delicioso corto de animación digital totalmente hecha a mano. El film llamado La grúa y la jirafa cuenta la historia de amor, precisamente, entre una grúa y una jirafa.
El corto ha recibido ya varios premios nacionales e internacionales. La música es una exquisita creación del padre de Vladimir, Eduardo Bellini.
VER VIDEO: LA GRÚA Y LA JIRAFA
Bibliografía.
· Lengua castellana y literatura. Oxford educación, proyecto Exedra, 2º de Bachillerato.
· www.realidadliteral.net/4paginaIV-5.htm.
· http://www.wikipedia.com/.
· http://www.ramongomezdelaserna.net/.
· http://cvc.cervantes.es/obref/aih/paf/09/aih_09_2_031.paf.
· http://www.ehiztari.com/castella_lengua/vanguardias.doc.
· http://www.juegosdepalabras.com/greguerias.htm
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