29 de febrero de 2008
Espero abrir una puerta cerrada hace tiempo y cuidar de no volver a hacerlo esté donde esté o pase el tiempo que pase, la creatividad forma parte de mi vida y no supe hacerle un huequito. Creo que este es el momento de darle la Bienvenida.
El pasar del tiempo nunca jugará en mi contra. Es más, es mi aliado. Me ayuda a superar lo menos bueno, cicatrizando mi dolor. Hace que se esfume mi angustia. Me da la experiencia y el conocimiento. Empiezo a ver todo más claro. Pero también descubro que me queda mucho por aprender y ese es mi propósito. El tiempo nunca se acaba, siempre hay esperanza. Se puede reemprender el camino hacia el descubrimiento de uno mismo y del TODO, en cualquier momento.
Cenit.
Esta semana he llegado a la conclusión de que la gente está amargada en su trabajo porque está mal ubicada en él. Es un gran problema, hasta que no se solucione seguiremos sufriendo las iras de los funcionarios y demás personas que trabajan de cara al público.
Gretel.
Crítica a aquellas personas que no tienen personalidad.
Ante todo tengo claro que la mayoría de las cosas que nos rodean nos influyen en mayor o menor medida, pero hay que saber desecharlas o adaptarlas, nunca copiarlas.
Con frecuencia viajo en metro (de Madrid, vuela) y no pasa un día en el que no vea a chicas y chicos que se visten completamente igual. Ahora la moda son las Convers (All Star), ahora la moda es ir de alternativo e intelectual. ¡Qué horror ir de “posse”!
La personalidad es, quizá, una de las cosas que es nuestra, podemos cambiarla a nuestro antojo, pero ¿no os parece triste copiar, plagiar e ir todo el mundo de lo mismo?
Por eso, las personas que van de algo que no son con el tiempo cambiarán y volverán a otra cosa y se creará un círculo vicioso donde llegará el momento en el que ni siquiera sabrán lo que son. Cuando pase el tiempo y miren en su interior, no sabrán quiénes han sido ni quiénes son.
¡Fórjate una auténtica personalidad propia!
¡Adapta o desecha!
Zeltia.
El hombre sin nombre
Él no fue un hombre ni alto, ni bajo, ni moreno, ni rubio, ni gordo, ni flaco, ni brillante, ni atolondrado, ni afable, ni seco. Él quizá nunca existió. Quizás sólo existió el recuerdo vago de alguien que paseaba en compañía de sus pensamientos. Quizás su sombra siga paseando sin compañía de su cuerpo. Quizás sus pensamientos hayan cesado. Quizás su nombre alguien lo recuerde. Quizás traspasó la frontera del tiempo sin avisar, cansado de caminar.
Quizás algún día vuelva.
Truhán Rondante.
Con frecuencia viajo en metro (de Madrid, vuela) y no pasa un día en el que no vea a chicas y chicos que se visten completamente igual. Ahora la moda son las Convers (All Star), ahora la moda es ir de alternativo e intelectual. ¡Qué horror ir de “posse”!
La personalidad es, quizá, una de las cosas que es nuestra, podemos cambiarla a nuestro antojo, pero ¿no os parece triste copiar, plagiar e ir todo el mundo de lo mismo?
Por eso, las personas que van de algo que no son con el tiempo cambiarán y volverán a otra cosa y se creará un círculo vicioso donde llegará el momento en el que ni siquiera sabrán lo que son. Cuando pase el tiempo y miren en su interior, no sabrán quiénes han sido ni quiénes son.
¡Fórjate una auténtica personalidad propia!
¡Adapta o desecha!
Zeltia.
El hombre sin nombre
Él no fue un hombre ni alto, ni bajo, ni moreno, ni rubio, ni gordo, ni flaco, ni brillante, ni atolondrado, ni afable, ni seco. Él quizá nunca existió. Quizás sólo existió el recuerdo vago de alguien que paseaba en compañía de sus pensamientos. Quizás su sombra siga paseando sin compañía de su cuerpo. Quizás sus pensamientos hayan cesado. Quizás su nombre alguien lo recuerde. Quizás traspasó la frontera del tiempo sin avisar, cansado de caminar.
Quizás algún día vuelva.
Truhán Rondante.
Entre las callejas, rodeado de tiendas, de bazares, de cachivaches, de gente buscando alimentos, ropa, juegos… Me quedo parado en el cruce de las calles principales. Un río, una corriente humana me lleva a la mezquita; empujo la puerta y entro.
El silencio me deja sordo, la oscuridad me deja ciego, el perfume o incienso me deja sin olfato, el gusto de viejos versos se meten en mi boca. Me descalzo y el frío del mármol me recorre todo el cuerpo. Es el éxtasis de los sentidos.
Buscaba la sabiduría y encontré el Nirvana, el Cielo, el Paraíso en la tierra.
Nómada.
No dejes las palabras en tu tintero. Escribe en Cahier d'baratin.
El silencio me deja sordo, la oscuridad me deja ciego, el perfume o incienso me deja sin olfato, el gusto de viejos versos se meten en mi boca. Me descalzo y el frío del mármol me recorre todo el cuerpo. Es el éxtasis de los sentidos.
Buscaba la sabiduría y encontré el Nirvana, el Cielo, el Paraíso en la tierra.
Nómada.
No dejes las palabras en tu tintero. Escribe en Cahier d'baratin.
